«La nobleza de la oración nos deja en las manos de Todopoderoso. Esas manos plagadas de inclinación: las únicas manos seguras que tenemos», es una manera hermosa y sencilla de rezar todos los díFigura. Nos recuerda la ofrenda que Cristo nos hizo de su vida y nos permite ubicarnos en el corazón de María reviviendo los aspectos más destacado